“La vida breve”, ópera del compositor español Manuel de Falla,
no tiene nada que ver con la constancia y la perseverancia que algunos
políticos tienen en ese afán de morir con la placidez que da la paga del erario
público. Hasta que la muerte los separe.
Y si piensan un poco le pedirán al Santísimo que los libere de la eternidad. No tienen vergüenza.
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