jueves, 31 de octubre de 2019

ME APETECE EL OXÍGENO DE LA SOLEDAD


A las puertas del post número 500 me pide el cuerpo decir adiós para volver. Me pide el cuerpo relajar la mente, olvidarme de lo que no me acuerdo, pasear por algún camino forestal, sentarme en una piedra y escuchar el silencio, dejar en algún hormiguero algunas migas de pan para tan ilustres trabajadoras, oler el aroma a romero y escuchar si quedan el trino de los pájaros. Me apetece ese mundo que despeja otros, me apetece ver ese cuadro de la naturaleza que pinta la mirada, ese clima espiritual donde el alma encuentra su edén y la vida el paraíso. Me apetece el oxígeno de la soledad.

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