El
hedor en el Partido Popular está empezando a ser irrespirable. Mariano Rajoy
tiene en su partido su propia guillotina y además, no le queda ni la esperanza
de Aguirre que ya está pidiendo sacrificios con la cruz preparada. Se atisba,
como única solución, unas nuevas elecciones, la renovación de su partido y el
registrado en su casa ejerciendo de Registrador de la propiedad para que por
fin se haga la luz en el mundo del oscurantismo. Aislado, sin frescura y sin la
profusión de la palabra acabará por menoscabar la facundia. “El
pasado es un cadáver que debes SEPULTAR” (OMAR JAYAM).
La Cifuentes pisando los talones.
ResponderEliminarParece ser que su sentido de la responsabilidad y su patriotismo -del que tantas veces hablan- es seguir con la mamela aunque sea a trancas y barrancas.
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