El Partido Popular es tenaz
en sus formas equivocadas. Es incapaz de modificar comportamientos rancios. Asumen, con su altivez característica,
paseos en día de fiesta que parecen funerales. Ayer mañana la comitiva del
partido hacía su presencia por la calle Ramón y Cajal y el séquito daba la
sensación de privatizar la vía con el trasfondo de su prepotencia habitual. Envarados.
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