domingo, 6 de noviembre de 2016

Carta a ANTONIO MARTÍNEZ ENCINAS del libro ENSAYO SOBRE LA MEMORIA HISTÓRICA DE MIRA. Era un hombre de izquierdas y dejó para la historia un ejemplo que le honra.

Estimado Antonio:

¡Cuánto tiempo! Es un placer escribirte esta carta, cuyo fin, es el reconocimiento a aquella negativa tuya que el 9 de Octubre del año 1936, evitó la muerte de 40 personas y la destrucción inmisericorde de una salvaje masacre, que invita a la genuflexión y a la gratitud. Modélico aquel comportamiento, que yace en el oscurantismo del tiempo, y que me hace sentir el derecho a la divulgación de esa actitud ejemplar. Aquella determinación tuya aislada del miedo, hoy relatarla produce escalofríos. Un hecho digno de admirar, y quedar enmarcado en el espacio del alma. Porque hay que tener alma, y valentía, para jugarse la vida en ese infierno y no vivir en la gloria. Y de ley es reconocerte lo que nadie te puede negar, una grandeza infinita para que la historia se nutra de tu gesta, y se sienta orgullosa de habilitar en ella con justicia la conmovedora hazaña y trascendente que hizo posible que cuarenta vidas postergaran su muerte, y cuarenta familias, no fueran presas del dolor, la desesperación y el horror. Levantar esta lapida, es recuperar una verdad oculta muchos años, y que embarga sentimientos profundos para que las lágrimas encuentren: el camino abajo ante tanta altura. Antes de decirte adiós, quisiera decirte ahora que me recreo  viéndote sin verte, que también de la humildad, fuiste un ejemplo. UN POBRE Y TAN RICO. Un abrazo interminable.

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