Para tomar el pulso al
pueblo hay que convivir con el pueblo y hacer que las distancias sean cortas.
Hay que soltar ese lastre de pasividad y llegar a la gente con naturalidad. Ya sé
que en naturalidad suspenden, pero debe ser una obligación del equipo de
Gobierno diseñar la formula que haga posible evitar distancias con los
ciudadanos. La calle es el termómetro donde se mide la temperatura de un
pueblo. Pero no tiene que ser esta una faceta exclusivamente de la Alcaldesa, a
los concejales esta tarea los puede curtir y aprender que no solo de pan vive
el hombre. La comodidad en política es la puerta de salida.
Estos se piensan que el pueblo no tiene fiebre.
ResponderEliminarBien está lo que escribes, hasta muy bien, pero levantarlos de la silla es imposible, el acomodo es inamobible. Eso si, hasta que lleguen las elecciones.
ResponderEliminar