Normalmente modelo mis post
con la cabeza y el corazón. Son dos ingredientes necesarios para escribir, y
describir la actualidad que nos embarga. Y en ellos procuro dejar un halo
que envenena para no morir de otros venenos. En definitiva busco para la
vida el decoro, lo integro, y lo justo. A veces puede provocar algún movimiento
sísmico, pero mejor así para que la quietud no quede hipotecada por falta de
divulgación de aconteceres que inquietan. Cancelemos el último minuto y la
dilación, para no ser primeros de lo último.
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