El Socialismo de Torrent sufre una parálisis que hace pensar en un
partido cadavérico. Lejos de ver en el brotes verdes,
si se atisba una aluminosis que anuncia derribo. Ni mayores ni jóvenes son
capaces de aunar esfuerzos y levantar el edificio socialista en ruinas.
Los mayores desquiciados de la actitud intervencionista de Jesús Ros, se les
nota la carencia de ánimo, y los jóvenes todavía están en el parvulario de la
política. Si a esto le añadimos un Comité trivial en la exigencia de su Grupo
Municipal, una Secretaria General adormecida, y un Portavoz en el escaparate de
la incompetencia, alguien tiene que pensar en soluciones exprés para evitar que
las próximas elecciones Municipales, no sean la tumba del Socialismo.
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