martes, 12 de febrero de 2013

EL MUNDO QUE DEJA


Santidad,  nos deja con la cruz a cuestas de la corrupción, con el viacrucis del paro, con el pecado de la soberbia, con la pobreza emergente, con un mundo perverso lejos de acatar algunos Mandamientos de la Ley de Dios, no matarás, no robarás, no dirás falso testimonio ni mentirás y no codiciaras los bienes ajenos.  Nos deja Santidad afligidos y tristes en este valle de lágrimas. Y el ser humano seguirá en el páramo del Evangelio, acordándose de Dios en la enfermedad, cometiendo actos impuros y muriendo para que la vida tenga sentido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario