Presencié en directo para no ser en diferido ni simulado, la rueda de
prensa de Cospedal. Y no dejó ninguna duda en cuanto al dislate desequilibrado
de su intervención. El demérito de Cospedal se enmarca en el delirio de lo
insensato. Semejante chapuza hace posible ver a un Partido Popular en el vía
crucis de la pasión de Bárcenas. El descriterio de la Sra. en cuestión y
el desnivel, pone de manifiesto, el habemus kaka.
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