La vida política es un
surtidor de zancadillas, egoísmos, vanidades y sorpresas. Pero yo creo que en
este ámbito quedan pocas cosas que asombren. Cuando se anuncian listas y no se ven en ellas a personas de
prestigio que han sido bandera y mástil
de su partido, se me ocurre traer a colación la famosa cita de Calvo Sotelo que
decía: “más vale morir con honra que vivir con vilipendio”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario