A veces te invade la
incredulidad cuando escuchas al mundo de la hipocresía haciendo énfasis de las
distintas formas de pensar según el día y el momento de la diatriba. Es un
viaje sin retorno a los conceptos éticos y morales. La cuestión es que
se da con excesiva frecuencia y en distintos ámbitos de la sociedad donde la
derecha marca las pautas de la divagación. Para que la regla tenga vigencia siempre hay
excepciones. Pero es curioso este mundo de conocidos desconocidos amantes
hoy de una cosa y mañana de otra. ¿Y pasado mañana?
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