Huele a Fallas,
fiesta, música, tracas y humo. Otros hedores hay que aconsejan cautela porque
el coronavirus va creciendo y abriendo las puertas del averno. Huele también a
primavera y al recuerdo de Pablo Neruda, “Podrán cortar todas las flores, pero
no podrán detener la primavera”. Es curioso que el nacimiento de la estación de
la vida nos muestre la estación donde la vida tiene el final. El ser humano
vive para matar y mata para vivir.
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