Sigue el desbordamiento por donde quieras que vayas y los
sabios de la política poniendo parches a la hecatombe. Nadie sabe lo que ignora.
Sigue la gratitud y el aplauso diario como reconocimiento a los héroes de este
caos. Siguen donaciones de los más poderosos para que la generosidad forme
parte de ese brote de humildad. ¡Dios! Y
siguen políticos en cargos públicos que hacen menguar su capacidad por sus
actuaciones. ¿La tendrían? ¡Vivir para ver!
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