Escribo siempre desde la libertad. “No hay barrera, ni
cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”, Virginia Woolf. Y trato de obtener el
beneficio que genera el no estar sometido a la opresión.” No me vence el
desánimo ante la situación apocalíptica que tenemos pero la cruda realidad pone
los pelos como escarpias. El desbordamiento supera cualquier previsión y el
huésped de la Moncloa estará pensando que la necedad para ser Presidente está
ligada al arrepentimiento. “En el pecado está la penitencia”.
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