miércoles, 18 de marzo de 2020

ESTO ESCRIBÍ CUANDO D. JUAN DE BORBÓN DEJABA LA CLINICA DESPUÉS DE SU FAMOSA CACERÍA. HAY QUE REFRESCAR LA MEMORIA.


¿Qué tal su rodilla? ¿Y sus muletas galácticas? ¿Funcionan a su gusto? Ya sabe Majestad que en España hay muchos españoles arrodillados y sin muletas, personas que viven en la precariedad más absoluta, tratando de sobrevivir en esta jungla selvática en la que el ser humano se manifiesta con escasa humanidad, y mirando de frente los lujos que lleva consigo la realeza y la nobleza; y nobleza, obliga Majestad, a defender los derechos de quienes son atropellados con vileza cainita. Y al mismo tiempo Majestad, mirando este mundo tétrico de pobreza asentados en el asfalto de la vida, y pensando Majestad en su palacio de adoquín, un poco más agreste que el de Marivent donde suelen pasar las vacaciones su Majest
Hay Majestad un alzamiento de españoles “indignados”, por cierto, con “dignidad”, que representan la sombra de lo que no brilla, de políticos capaces de sumergir a este país en el que vive y reina, en un caos en el que ondea la bandera de la corrupción y la ineptitud. Majestad, ante hechos irrefutables ¿se siente un “indignado” más, o menos?
Ante esta situación Majestad, un Jefe de Estado no se puede amparar en el silencio, en el que calla otorga, en la complicidad subliminal de lo no sublime, si su Majestad acuño esta frase: hablando se entiende la gente, la gente no entiende de silencios tan ruidosos.
En España hay cinco millones de parados que merecen respeto y solidaridad, y ante la falta de gobernantes responsables y honestos, la voz y la palabra del Jefe del Estado en circunstancias que así lo aconsejan, deben poner orden en el deterioro y ser ejemplo para evitar consecuencias impredecibles.
Mientras tanto Majestad, el pueblo piensa en el estado del bienestar de la Monarquía del que él es ajeno, en la Monarquía, y no deja de pensar en la REPÚBLICA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario