Entre remanentes negativos y positivos,
registro, víctimas del metro, (mi respeto), y mociones tumbadas, ha
transcurrido el pleno sin pena ni gloria, como siempre. Han entendido la letra
de la moción del Grupo Socialista, pero no el espíritu. Y si recalcar que hay
algo ya instalado en los plenos, el tedio, la apatía y lo insulso. El mismo
desconocimiento de las cosas hace posible, la cautela, para no mostrar la
naturalidad de la insuficiencia. El Sr. Castillejo, defendió con ahincó
posturas irrenunciables de un socialista, la Sra. Benavent, estuvo aguerrida,
el Sr. Planells, como siempre, educado y educador, y la Sra. María,
con su habitual chispa, no hubo ningún incendio. Me marché y seguía el pleno.
¿Habrá pasado algo?
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