FABRA, tiene la obligación de hacer una depuración de todas las personas, con síntomas degenerativos de aumento de bienes ajenos. Sin paliativos, ni medias tintas, ejemplarizando, y dando ejemplo. No se puede mantener en ningún estamento público, a personas que han violado las normas de la honestidad. Se impone la limpieza, para acabar con la suciedad, y el hedor molesto que produce. Y con tanto charco, se pueden generar virus, y acabar en una mortalidad de moralistas, y patriotas íntegros, libres de pecado, que aún quedan tres o cuatro.
sábado, 14 de abril de 2012
FABRA
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