Visto el panorama nacional, es para echar a correr y no
parar, se siente el aliento del desconcierto que te deja impávido. Las piernas
flojean, y el desanimo cunde. Unos dicen una cosa, y otros otra. Es tremendo el
despilfarro de incongruencias. Ni Gobierno, ni oposición, ni nadie están en sus
cabales. Viven al día de los despropósitos, mañana veremos por donde sale el
sol. Y lo único que hay es sombras,
patético. Todos están de acuerdo en que hay que arrimar el hombro. ¿Pero siempre
los mismos? No molesten a los ricos.
¡Manda huevos!
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