Para
construir el futuro es necesario no estar ubicado en tierras movedizas. Ahí
está anclado el PP, sin posibilidad de salir de ese epicentro en el que quedará
engullido entre la arena y el fango gelatinoso de la corrupción. Políticos
miserables de la noble casa que entran en la cárcel como salen las ratas de la
alcantarilla. Poco dignos de estimación, enarbolan la bandera del fariseísmo
para no pertenecer al mundo preclaro. Son tan amantes de la misa como del
atraco, de la procesión como del timo y del cirio en la mano para ver el
semblante de defraudadores de la moral entre rejas. Podemos cambiar el futuro. “¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en
aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia” (EPICURO DE SAMOS)
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