Se
impone la renovación en todos los partidos políticos porque es oxigenar
viciadas costumbres, huir del estancamiento y generar creatividad para
vislumbrar un futuro mejor. Los dos partidos mayoritarios de Torrent deben
hacer una restructuración de amplio calado, dejarse de amiguismos, familiares y
hacer listas donde solo tenga cabida lo integro. El partido que se atreva a
innovar y a mostrar la seriedad que el pueblo se merece, tendrá hecho parte del
recorrido en las próximas elecciones Municipales. Sin olvidar, que los
programas serán objeto de ávidas miradas con lupa en mano porque los ciudadanos
no están dispuestos a más engaños.
Todos los seres humanos sabemos lo que es mentir o engañar y lo hacemos a menudo, empezando por engañarnos a nosotros mismos. Esperar otra cosa de los semejantes metidos en la acción política –o en la empresa, que en esto se parecen mucho- sería demasiado ingenuo. Pero si la democracia funciona con instituciones, leyes y valores políticos es precisamente porque es necesario poner cortafuegos y sanciones a nuestras humanas debilidades. De manera que en una democracia es muy probable que los “políticos” mientan o engañen, pero la democracia tiene recursos para hacer pagar caro el abuso de esos vicios (el primero, no volver a votar a mentirosos ni corruptos, pero en eso la ciudadanía también falla a menudo repitiendo el mal conocido).
ResponderEliminarAntes el culpable de absolutamente todos los males electorales del país era D´Hondt. Ahora la solución mágica a cualquier desafío representativo parecen ser las listas abiertas. Uno era el malo, las otras son las buenas, pero el problema de fondo permanece: en ambos casos nos hallamos ante un maniqueísmo simplista, mal entendido y completamente desencaminado.
No podemos andar reivindicando el derecho a “tachar corruptos”, lo que tenemos que exigir es que no existan corruptos. Porque el “derecho a tachar corruptos” implica, obviamente, que el partido ya lleva, como de serie, los corruptos en la lista. ¿Recuerdan aquella frase terrible, “mi marido me pega lo normal”? Esa frase sólo podía explicarse en una sociedad en la que el machismo estaba tan interiorizado que ni siquiera se percibía como anomalía, sino como parte natural del paisanaje. Pues bien, el “derecho a tachar corruptos” solo es concebible en una sociedad en la que todos hemos acabado asumiendo algo así como que “mi partido se corrompe lo normal”. Una sociedad en la que se encuentra viciada la misma idea de normalidad.
¿Y por qué no hay nada que elegir en Torrent? Bueno, pues porque ahí no hay política. Quiero decir, normalmente, en ese tipo de asociaciones lo que hay es gestión: gestión de intereses, de amiguismos, de nóminas, de planes de pensiones, etc, etc,etc. Con saber que la persona al frente no roba mucho, y poco más, la cosa funciona. No hay grandes desavenencias, no hay enormes desacuerdos, no hay diferencias. Están ocupados en “sus cosas”. Y no las hay porque no hay demasiadas alternativas. Así que está muy bien que, en último término, el poder sea de la gente, y PODEMOS poner las cosas en su sitio si llega el caso. Pero, mientras tanto, piloto automático…. ¡ Que viene el lobo …! . Y acaba llegando¡¡¡¡¡¡