Después del almuerzo, la
comida. SENTO en mis oraciones y
leyendo Hebreos 11 para que la fe no se debilite. La vida es un manantial de
agua sin gota. Mi amigo Miqui seguro que está meditando y buscando en el
silencio el eco del alma. Oigo las cataratas de lágrimas de los parados, el
sentido común desahuciado y sin recortes en la avaricia del ser humano. ¿Humano? Evitemos la condena permanente
para evadir la perpetuidad de la maldad.
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