El
mundo de la política es por naturaleza avieso y es fácil ver cómo,
políticamente, se puede matar y seguir viviendo con la aureola del triunfo que
escarcha el sentimiento. La crueldad no tiene límites ni la azada conoce el
desempleo haciendo tumbas para que la dignidad de los cadáveres permanezca
VIVA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario