He tenido ocasión de
conversar con Alfred Costa y, después de la amena y distendida charla, por mi
cuenta y riesgo, decido poner estas gotas en forma de letras de lo corta y
larga de la misma. Sin más dilación el acierto es total de Jesús Ros y no yerra
Alfred. He visto fuerza, conocimientos de la vida política del pueblo y ganas
de hacer para la sociedad lo que a cualquier cabal le gustaría: recuperación
del bienestar social, hacer más grande lo que no es pequeño y capacidad para
llevar a cabo el proyecto socialista. Genera empatía, trasmite confianza y lo
veo curtido para afrontar el reto. No es
uno más ni uno menos.
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