El mundo sectario del PP
asoma a la sombra de algún post a Jorge Planells, es un mundo apocalíptico para
el propio partido y dice muy poco de los que manifiestan la ira no contenida. La
intolerancia y el fanatismo no caben en democracia ni papeletas en la urna para
votar a un PP escorado en una verdad que no miente.
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