viernes, 10 de abril de 2015

LA TERCERA VÍA



La vida política es rica en despropósitos y algún bochorno se ve sin necesidad de tener que mirar, pero es el cauce donde se puede pescar la múltiple variedad de dislates. Ahora los tiempos traen nuevas ideas para dejar a la derecha y a la izquierda en el lugar que les corresponde. Ahora, no ser de derechas o de izquierdas es ser de la Tercera Vía, al menos eso leí en algún lugar sin quedarme perplejo porque yo vivo en el mundo del progreso, pero no en el de la decadencia de la moral. Solo falta el tren con los viajeros para inaugurar el ferrocarril de descarrilados de la política. Yo procedo de una familia de derechas, la vía que no tiene máscara. ¿Pasa algo?

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