Mariano Rajoy vive en la
parafernalia del respeto democrático y del valor. Es ignominiosa su ausencia
del próximo debate del día 7 de diciembre. Quizás no tenga ganas de escuchar a
sus adversarios políticos y nada que decir. Son dos poderosas razones que hacen
posible la deserción de un Presidente agotado de no hacer nada y, al mismo
tiempo, su éxodo certifica a un gobernante caducado de credibilidad. Adiós.
¡Adiós!,jajajaja,
ResponderEliminarMe quedo con la frase:España no tiene tanto dinero para que pueda gobernar el PSOE.