domingo, 25 de marzo de 2012

LA CÁRCEL

La CÁRCEL, es la universidad del delincuente. Allí se forjan buenas carreras, y de vital importancia es, saber que quienes deciden que sean internados en el infierno, posiblemente no estén limpios de conciencia. Tantas cosas que se reforman, y las prisiones, son prisioneras de conductas y tiempos primitivos. Las CÁRCELES, necesitan una restructuración de amplio calado. Talleres ocupacionales, bibliotecas, psicólogos, educadores, instrumentos que hagan posible, que la estancia en ellas, sea el salva conducto de la integración en la sociedad, y no revierta en ampliar conocimientos para hacer más precisa la delincuencia. Yo no soy amigo de ellas, ni de la pena de muerte, ni siquiera de la cadena perpetua. Salvo determinadas circunstancias. Por ejemplo: Todos los políticos corruptos, serían dignos de acabar sus vidas entre rejas, para que supieran lo que es el peculio, y llevar una vida con más sosiego, y calmar la ansiedad de robar. Y hasta el pueblo lo aplaudiría. Y los que han hecho posible el hundimiento del país, habitar en ellas, sería ofensivo, -por la dignidad de quienes ahora fijan allí su residencia- y aunque es incuestionable, que no es entrar en el reino de los cielos, sí entrarían en el paraíso donde los sueños, serían el hundimiento diario. Mucho mejor que hundir al país. Y piensen, ¿quién gobernaría'?

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