La huelga es un derecho que tiene el trabajador, un derecho que se debía haber explotado en la época terminal del gobierno socialista, o quizá antes. Pero los sindicatos, están sujetos a las subvenciones, y hacen de su capa un sayo. Son unos trileros más de este mundo corrupto. Pero cuando se habla de huelga no civilizada, estamos ante otra cuestión que merece reflexionar. De nada sirve romper escaparates, coches, contenedores y otros. Pero la protesta mayoritaria, está más que justificada, y aunque más vale tarde que nunca, más vale que nunca sea tarde.
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