viernes, 2 de marzo de 2012

YO QUIERO OTRO MUNDO

El umbral de la pobreza en este país, es un lujo miserable. Las mentes atrofiadas, inmisericordes, que viven de las ataduras de quien vive de prestado, deberían tener la oportunidad, de comer un día en la CASA DE CARIDAD, para probar la esclavitud intolerable, de quien tiene derecho a vivir de una forma digna. Y vivir bajo el techo sin tejas, en esas noches que salir vivo de ellas, es un auténtico milagro. El ser humano, invierte el tiempo en la imperiosa necesidad, de mostrar lo poco humano que es. Y nada mejor que el pobre mantenga ese estatus vejatorio, para que el rico pueda tener a su alcance la servidumbre humana, de quien pasea por el mundo, ansiedad, angustia y desesperación. YO QUIERO OTRO MUNDO.

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