Los Ayuntamientos piden al Estado dinero para pagar las deudas que mantienen a los proveedores. Muchos de ellos habrán cerrado las puertas de sus empresas. Y algunos gobernantes viviendo en el paraíso después del atraco. Lo que habría que hacer, es llamar a los Gobiernos que las han generado, y meterlos en la cárcel, sean del color que sean. Tanta degeneración en las administraciones, ni es asumible, ni se puede admitir. Estos políticos que han gobernado hasta la fecha, son auténticos trileros, y abanderados de la España cañí, folklórica, de carajillo, pillaje, y de una incultura en estado de coma. Un aval vergonzante, que ni en tiempos prehistóricos, se daban semejantes desvergüenzas.
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