Las fallas son unas fiestas que traspasan fronteras. Aportan vida, y desde mi óptica, tienen la brillantez de la que carecen otras. Dicho sea con todos los respetos. Pero la dimensión de las fallas, es universal. Arte, luz, color, fuego y música, son componentes que hacen posible vivir en el fulgor paradisíaco de su grandeza. Son fiestas, que se ven, se oyen y se sienten, y qué duda cabe, que admirar esas obras de arte, forman parte, del esplendor para el recuerdo de autenticas maravillas. Esta es una tierra sorollista, de total impresionismo, abierta a los ojos del mundo, y tiene algo especial, para salir de la normalidad, su himno, escucharlo forma parte del amplio repertorio de las fiestas, y trasmite una sensación difícil de explicar, en la que uno nota como se encoge la piel, cuando suenan los primeros compases, PARA OFRENDAR NUEVAS GLORIAS A ESPAÑA. Es un verdadero lujo, que hace posible que sientas la tierra.
Preciosas palabras las que dedicas a las Fallas Evencio. Una fiesta que como tú bien dices, causa una sensación que dificilmente puede explicarse, pues aquel que no las ha vivido nunca sólo puede quedar prendado de la belleza que inunda Valencia cuando las ve por primera vez y, aquel que las vive y las siente pasa todo un año anhelando que llegue esta semana para disfrutar de lo que sólo ellas representan y son capaces de hacer sentir.
ResponderEliminarGracias por dedicarme un Post que describe lo que más me enorgullece como valenciana, nuestras Fallas. Espero que las disfrutes mucho amigo.
Un abrazo,
Sandra Fas.