jueves, 1 de marzo de 2012

UNA OLLA A PRESIÓN


La olla a presión que hay en este país, puede estallar en cualquier momento. Esta España medieval es el rostro envejecido de quien huele a incienso. Es el final de quien ya los años pesan como una losa, y muere de vejez porque los años no se detienen. Y esa es la cara de un país con la misa preparada de difuntos, y con vivos ávidos de no quedarse con vida, porque ven la muerte en los talones. La muerte de la fe, la esperanza, de la ilusión, la muerte que poco a poco acaba con la vida. Y la muerte que han escogido, para que otros vivan a cuerpo de rey, con la anuencia de un pueblo de gilipollas.

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