En este país delinquir sale barato. La prueba evidente la tenemos con las penas atenuadas al
comisario Enrique Pamiés y al inspector José María Ballesteros por el
caso FAISÁN. Ahora que caigo ya dijo el Monarca que la justicia era
igual para todos. Y aquí hay una demostración palpable de la veracidad de sus
palabras. ¡Qué vergüenza! Ahora solo falta aplicar la “doctrina
Parot” y sacar a los terroristas de la cárcel. Y que el espontaneo
FRANCISCO imparta su bendición. Amén.
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