Se
pueden contar con los dedos de una mano a los adeptos al PP en los que puedes
creer. Hay diferentes caminos trazados de opinión, todos ellos con el sentir de
la divagación, arbitrariedad y la sinrazón. Es una disfunción de criterios que
ninguno se ajusta a parámetros con fundamento. Naturalmente, estamos hablando del PP para que se entiendan las cosas y
a partir de aquí optaremos por creer en otras cosas porque yo me confieso ateo
del mundo aristocrático.
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