Hablaba
en el anterior post del desencanto socialista, pero no puedo pasar por alto a
una oposición que vaga por las plantas del Consistorio con más pena que gloria.
El mundo político de la tierra nos muestra sin pudor el escalofrío del desengaño
que, aunque no causa sorpresa, no deja de ser un chasco. El PP es líder en estas cuestiones y su gatazo
invita a no depositarle un voto en las urnas. Abstenerse de semejante esfuerzo es una cuestión de conciencia y
sentido común.
Un porcentaje alto de votos irán a parar a las urnas de Ciudadanos.
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