El
problema de Cataluña no se soluciona con el 155 ni con agresiones verbales de
unos y otros. Va más allá de resoluciones que nada resuelven; el enquistado
tema de las elecciones del día 21 que puede que nos reserve el GORDO del día
22. No hay voluntad de las partes en litigio de poner fin a una situación que
no beneficia ni a Cataluña ni a la España arraigada a patrones patrioteros. Con
tanto talento y el país de lamento en lamento pensando en la imprudencia de
exiliados de la inteligencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario