sábado, 13 de mayo de 2017

HAY QUE DEJARLOS EN LA PAZ DE SU VACÍO

A veces es mejor obviar al mundo ramplón y fanático y dedicar las letras a cuestiones más productivas. Perseverar en ese mundo tosco y rudo es como predicar en el desierto porque viven bajo el caparazón inaccesible de misterios sin resolver. La democracia es para ellos un peso que no soportan porque su habitad natural es el pasado y sus formas delatan de donde vienen y quiénes son. Hay que dejarlos en la paz de su vacío. 

1 comentario:

  1. Sobradamente conocidos.
    Sus formas caducadas.
    Viven de espaldas a la democracia.
    Son intolerantes y piensan que son el ombligo del mundo.
    Totalmente trasnochados.

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