Bañarse en la calle de
cultura es lo más sublime que le puede pasar al pueblo. Quien la cultiva y
fomenta es el vivo ejemplo de un espíritu inquieto que ve en ella el mejor
alimento que puede saciar la hambruna del alma. Como decía Lorca, la agonía
física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy
poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida. Desde ese
silencio sepulcral en el que vive Susi Ferrer va labrando y esparciendo las
esporas del conocimiento para que el Socialismo de Torrent tenga en ella la
llave maestra del prólogo de lo infinito.
Si yo fuera Susi le mandaría un ramo de flores a Evencio. Es un post de lujo.
ResponderEliminarEl post es para enmarcar. Aunque no es nuevo que Evencio hable de Susi maravillas.
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