España
es un país de zoquetes. Porque un país que permite y tolera el mayor paro de la
historia, los crecientes desahucios, y presencia en primera fila el mundo
imparable de la corrupción con la alteración de la calma, no se puede definir
de otra manera. Esta España que transige el robo de los bancos a los
ciudadanos, es el vodevil de
la ignorancia. Y esta España que asume la precariedad de la subsistencia de
tantos españoles, es la molicie acumulada de lo impostergable. La España de
zoquetes si quiere sobrevivir debe poner cerco a los políticos y acabar con
estos mangantes de lujo. Y la calle no tiene puertas.
Con
este post pongo el punto final hasta finales de Septiembre. Pero antes quiero
agradecer a todos la deferencia de haber estado pendientes de las cosas que
aquí se vierten. Tanta atención merece mi gratitud. Blog, correo, Facebook y
teléfono a partir de estos momentos, apagados. Deseo a todos un feliz
verano.
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