Qué bien ser el oleaje de la calma, mansedumbre y cachaza.
Qué bien ser pedicuro de enquistadas durezas. Y qué bien tutelar y guarnecer la
libertad en aquellos lugares donde está instalada la dictadura y el retroceso
del futuro. Me siento bien. Me siento bien llamándole a las cosas por su
nombre, y de forma holgada por aquello de no tener pasivo político, y sin
astenia ni flaqueza, qué bien no vagar por el mundo de la dejadez y desidia
porque además está ocupado.
...pero qué requetebién que existas, eres aire fresco entre tanto tibio!!!
ResponderEliminarEl único que le pone a la letra música.
ResponderEliminarElisa: En Evencio concurren virtudes en paradero desconocido, garra, capacidad y valentía.
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