La derecha sigue en esa
espiral de descrédito permanente que jalona una legislatura donde la corrupción
ha sido la hoja de ruta de ilustres desvergonzados. ANA MATO, la última de una
cadena interminable que sonroja y llevará al PP a la más absoluta ruina electoral y cuyos
efectos repercutirán en toda la geografía española. A Mariano, además de
temblarle el pulso le deben temblar las piernas porque la tropa que tiene no es
un referente de la honestidad. Una derecha que pasará a la historia por
masificarse en los juzgados y en la cárcel. Las elecciones no se deben demorar
si es que queda sentido de la responsabilidad y vergüenza.
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