miércoles, 19 de noviembre de 2014

LA PRIMERA EDAD

  

Siempre me fascina el mundo de la tercera edad y aquellos que superan otras barreras. Hay pasión desmedida por ver la longevidad de personas con el futuro menguado. De ahí que pasee por el pueblo observando a ilustres de la penuria del tiempo. Es una maravilla prestar atención a veces a los no atendidos, dedicarles una mirada amable que no vista produce el bienestar de no ocultarla y la palabra amable y sencilla que da calor sin encender estufas. Es un mundo que continuamente me tiene atrapado y en el que invertir el tiempo en él, devenga quizás lo que no pueda explicar. Ese escaparate que nos ofrece la vida a mi me enamora y me conmueve porque no son maniquíes, sino cuerpos y almas que han ganado al menos la utopía del cielo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario