Anoche
decidí pasear por el tiempo consumido para darme cuenta de que, esa cosecha me
acerca a otros periodos donde el espacio se reduce y la vida se acorta. Se
estrecha el cerco y, con las puertas abiertas del misterio lo cercano es el
enigma y lo lejano lo arcano. Parece que el paso lento de la vida se acelera de
forma inconformista, buscando el secreto que nadie ha podido desvelar para
hacer del mundo paranormal, la eternidad de lo normal. No hay después para
contar que no se haya narrado antes, ni verdad que sustente que posterior a la
muerte hay vida, pero en ese examen permanente donde la mente necesita
encontrar el estado ideal de la complacencia, dejo la ficción para encontrar en
las sombras de la noche la única realidad conocida: antes de la muerte hay
vida. Quizá el silencio de la noche bendiga ese mundo contrito donde las letras
se dejan llevar y la soledad albergue la palabra muda.
Sencillamente sublime. Estas palabras son un lujo para cualquier lector.
ResponderEliminarCuando la prosa es tan bella,al poeta,no le hace falta recurrir a la poesía.
ResponderEliminarUn saludo.
Evencio debería prodigarse más con la prosa porque forma parte de la esencia de la literatura y es un mundo distinto al aforismo que practica de la vida política. Y aunque domina a la perfección las dos cosas prefiero la prosa.
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