La oscuridad nunca fue
clara. Y vivir en ese mundo, residencia de la catarata, es tener de vecina a la
duda. No siendo de buenos gobernantes establecerse en la penumbra y teniendo al
pueblo en la sombra. Luz y taquígrafos. “Si
pasa una ambulancia sonando su sirena, a uno le duele el marcapasos” (MARIO
BENEDETTI).
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