viernes, 28 de noviembre de 2014

APARCADOS



El PP de Torrent sigue su sueño placentero, en espera de que vayan cayendo los días y que Dios se apiade de ese mundo rico en creencias y fe. Poco es ese bagaje para hacer frente a situaciones en las que hace falta algo más que estar dormido. La sensación que da este partido es la de no vivir la realidad que acontece, no quiero decir que estén en el limbo pero si en su entorno. Su habitad natural. Hay vaguedad en sus pronunciamientos dejando entrever falta de seguridad y, a pesar de ser una semana poco apacible, tanto a nivel nacional como en la tierra, habrá que acostumbrarse a situaciones que gravitarán sobre seísmos venideros. La política es lo que da y lo que quita.  

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