El
futuro de María José Catalá solo lo sabe ella aunque tiene a mucha gente con el
alma en vilo pensando en el rumbo que puede tomar la ilustre política. Las
circunstancias no abren la puerta de las decisiones y la espera -los tiempos en política hay que
respetarlos- hace que en algunos afloren los nervios. Hay un segmento del
partido que quiere su vuelta pero su regreso se me antoja difícil. Más allá de
que segundas partes no sean buenas, existe el concepto moral -que no puede obviar- de la ayuda a su
partido, que no dudo así será.
Hay decepción en las formas de María José Catalá desde aquel 27 de mayo. Nio es admisible ilusionar a la gente y dejarlas tiradas. Ni es el ruumor ni es el clamor pero si una verdad incuestionable. María José se deduce que trabaja para ella sin importarle en función de lo que se ve el resto de la procesión que la acompaña. El concepto moral del que habla Evencio no creo que lo tenga en cuenta. Y volver no creo que sería lo más acertado.
ResponderEliminarTal y como están las cosas yo dudo de la colaboración de María José. ¿Ayudó en las últimas eleciones?
ResponderEliminarLa tierra dijo el otro día Evencio en un post que es para el que la trabaja y no veo yo a María José Catalá por la lanbor de labrarla.
ResponderEliminarRespetando todas las opiniones creo que la única solución es la vuelta de María José. No cabe otra.
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