El Estado, socorre a los bancos, no socorre a los que
no pueden comer. Delirante es el estado del Estado. Y mejor dicho, a los
que no pueden comer, entiende que los debe poner a dieta. Este Estado, repleto
de iluminados de candil, nos muestra el poder, pero no el poder de generar
equidad, de que haya equilibrio, sino de que
prevalezca la desigualdad. Una
vez más diré, que ni aquellos, ni estos, me convencen
Más claridad imposible. Y como bien dices, solo se convencen ellos. Unos y otros, son un lastre demasiado pesado.
ResponderEliminar