Misas, procesiones, traslados, y unos que van, y otros que se quedan. Es curioso este mundo de formas y deformados. Es curioso ese mundo de empaquetados de elegancia, trajes de Armani, corbatas de Celine, camisas de Emidio Tucci, -que no se venden en los comercios de Torrent,- y recomiendan lo que no hacen-, de cirio en mano, rosario, medallas, y ese ceremonial majestuoso del paseo callejero, mirando al mundo, para que el mundo los mire a ellos. Fastos no exentos de la etiqueta de nefastos. Es curioso a veces este baile en ocasiones sin pareja, en la apoteosis de una vigencia efímera. Creyentes y ateos, unidos por lo que les separa. Vivir para ver.
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