La primavera siempre trae nacimientos. El 15-M, es una prueba de ello. Recortes, impuestos y reforma laboral, la acreditan. Y aunque siempre los nacimientos aportan vida, hay algunos de ellos, que son el pórtico a la desintegración del bienestar social. La muerte súbita, del que pasea con su gorra, y garrota, del que se asienta en los duros bancos de madera, a la espera de que llegue el damnificado de turno, y comportan con rabia y sin fuerza, la evidencia trágica del porvenir, que ya llega. Y una juventud, abocada al botellón, para no morir de pena. HACE FALTA UNA REVOLUCIÓN SOCIAL. O DOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario